martes, 11 de junio de 2013

                                          ACTORES AFROCOLOMBIANOS


CAMPO ELÍAS TERAN DIX


Campo Elías Terán Dix. Periodista deportivo y locutor y político afrocolombiano. Alcalde por elección popular de Cartagena 2012-2015, por el partido Alianza Social Independiente, obteniendo el 54% de la votación con más de 158.000 votos. Provenía de una familia modesta, oriunda del municipio de San Antero.  Su esposa Nereida Humanez, sus hijos. Campo Elías Jr., Egla y Eliana, esta última de una primera relación.

Nació en San Antero, Córdoba el 14 de julio de 1949 y fallece en Bogotá el 22 de abril de 2013 en la clínica Santa Fe de Bogotá  tras padecer cáncer de pulmón.  Los problemas del reconocido locutor de radio, vinculado por más de 30 años a la cadena RCN, iniciaron la noche del martes 21 de agosto de 2012 cuando fue ingresado de urgencias a la clínica MediHelp para practicarle exámenes neurológicos.




Fue. Alcalde (e) del municipio de San Antero (Córdoba)
Administrador del Hospital San Jerónimo de Montería, por ocho años, cargo que compartía con la radio. En ese tiempo narró su primer partido.
Profesional universitario en el área de la administración en salud  en el departamento de Córdoba.



PASCUAL AUGUSTO CHARRUPI JIMENEZ

Se destacó por sus denuncias ante Las Naciones Unidas, los juzgados y los tribunales del racismo contra la comunidad negra; en particular por la caricatura de “la Negra Nieves” en el periódico El País, que presentaba una imagen de la mujer negra como empleada del servicio doméstico y el programa “Sábados Felices” que presentaba una imagen grotesca y deformada de los negros. Escribió el libro titulado “Norteamérica Negra Su lucha: Colombia Negra su Problemática Actual”. Pascual falleció en la cuidad de Cali a los 58 años y le sobreviven sus hijos Jhon Carlos y Ray Augusto. Tomado de ENCICLOPEDIA afrocolombiana LUIS GUILLERMO RAMOS C. 

Pascual hizo que internacionalmente se mirara la discriminación en Colombia a través de la caricatura, fué quien organizo la primera marcha que se hizo en Colombia contra un conglomerado que no empleaba Afro  almacenes Éxito, desde ahí tales almacenes se cuidan de esta práctica.




MARINO KLINGER SALAZAR 

Nace en Buenaventura (Valle del cauca) el 7 de febrero de 1936 y muere en Cali el 19 de mayo de 1975. Empezó a jugar en el Colegio Pascual de Andagoya. Encaminó sus pasos a Bogotá, concretamente a Millonarios, donde llegó el 11 de noviembre de 1957, procedente del conjunto Oro de Buenaventura. De la mano del técnico Gabriel Ochoa Uribe, salió por primera vez campeón, en 1959. Allí perduró hasta el 28 de febrero de 1967, jugando buena parte de ese tiempo al lado de su paisano de infancia, el también porteño ‘Maravilla’ Gamboa. En ese lapso conoció cuatro títulos más en forma consecutiva, 1961 a 1964, además de hacer parte del elenco ‘Embajador’ a la primera versión de la Copa Libertadores de América, en 1960, teniendo compañeros de la categoría de ‘Cobo’ Zuluaga, Rubén Pizarro, ‘Pibe’ Díaz, Rodolfo Michelli, Carlos Alberto Bolla, etc.

 En el Estadio Nacional de Santiago de Chile contribuyó, con dos dianas, a la goleada que el cuadro colombiano propinó a Universidad de Chile por 6-0, en el primer partido ‘copero’ de un equipo colombiano en tal torneo: Primer partido oficial de un equipo de Colombia. Un año más tarde, en el estadio de Arica, también en Chile, anotó a los 31 minutos del tiempo final, el histórico gol del empate a cuatro goles frente a la Unión Soviética, resultado que aún es leyenda en nuestro balompié.Luego de dos años de ausencia retornó a la Copa Libertadores, pero ya en las toldas de Independiente Santa Fé, equipo al cual se vinculó en la primera semana de marzo de 1967, haciendo una vez más dupla con Delio Gamboa y bajo la conducción del médico Ochoa Uribe.

 Doce días después de haber cumplido los 38 años de edad, tiempo para el cual ya había dejado el balompié como profesión y estaba dedicado por entero a la odontología, Marino Klinger Salazar, posiblemente el mejor centro delantero vallecaucano de la historia en muchos años, pereció trágicamente en la madrugada del lunes 19 de mayo de 1975, cuando el Renault-4 de placas NB-1303 que conducía se precipitó a las aguas del río Cali, a la altura del barrio Calima. Según dictamen del médico forense Hernando Espitia, el futbolista murió por asfixia en el lecho de un río inferior a un metro de profundidad en tal sector. Después de algo más de tres décadas, el recuerdo de Marino Klinger Salazar está vigente y el balompié nacional y vallecaucano sigue clamando por un hombre de sus ejecutorias. El estadio de fútbol de Buenaventura trae su nombre.


ALEJO DURAN (GILBERTO ALEJANDRO DURAN DIAZ)

Acordeonero, Cantante y Autor. Fue el primer Rey del Festival de la Leyenda Vallenata, que se inició en 1968. Nació en El Paso (Cesar) un 9 de febrero de 1919, rodeado de una familia de músicos: su mamá Juana Francisca Villareal, cantadora de tamboras, su tío Octavio Mendoza quien se destacó por ser compositor y acordeonero, Luis Felipe y Nafer Durán diestros en el instrumento y su padre quien ejecutaba el acordeón.

Su don de gentes, el mensaje que transmitía, la manera sencilla de comunicarse, su permanencia en la amistad, la seriedad de su palabra empeñada, todo lo cual, en su conjunto, hacia de él una persona admirable. Su primera grabación la realizó en 1950 para el sello Atlántico de Barranquilla y allí incluyó el tema Güepaje después conocido como La Trampa. Enamorado de las mujeres y también de la vida, tuvo 25 hijos en 18 amores. El 30 de abril de 1968 en la tarima «Francisco el hombre» de Valledupar se coronó como el Primer Rey Vallenato en la primera edición del Festival de la Leyenda Vallenata organizado por el gobernador del recién creado departamento del Cesar: Alfonso López Michelsen y «La Cacica» Consuelo Araujo-Noguera. En 1979 el Instituto Colombiano de Cultura decidió grabar en vivo música de los acordeoneros más auténticos.

Murió en Montería el 15 de noviembre de 1989, víctima de la diabetes y una falla cardiaca. En su sepelio fue imposible movilizarse y su ataúd debió ser pasado "de mano en mano" hacia el estrado y luego hasta el cementerio. Su música rinde homenaje a la mujer Vallenata: Fidelina, Alicia Adorada, Evangelina, Elvira, Reyita, Candy, Maruja, Cata, Ángela, Cornelia, La Niña Guillo, Mayito, Cholita, son sólo algunos ejemplos de la mujer como musa inspiradora de su obra. Su extensa obra de más de 500 composiciones es fiel reflejo del pueblo y de la cultura vallenatos de las cuales existen más de 300 obras registradas.



MIGUEL ANGEL CAICEDO MENA

Destacado poeta y escritor chocoano nació en la Troje Municipio de Quibdó, el 30 de agosto de 1919, y falleció en Quibdó el 4 de abril de 1995 en el Hospital San Francisco de Quibdó, después de padecer una seria enfermedad.

Fueron sus padres: Amador Caicedo Ibarguen y Emilia Mena Valencia. Hizo sus estudios primarios en la Escuela Modelo de Quibdó (hoy palacio municipal) y los secundarios en el Colegio Carrasquilla de la misma ciudad (hasta 5o. de bachillerato) con terminación en el Liceo Antioqueño.

En 1946 obtuvo el título de Licenciado en Lenguas Clásicas y Modernas en el Instituto Filológico de la Universidad de Antioquia. Mientras realizaba sus estudios en la capital de la montaña, fundó en compañía de Manuel Mejía Vallejo, William Namen H., Jorge Bechara Hernández, Dolly Mejía Morales y otros que hoy son personajes sobresalientes en el campo de la literatura colombiana, la tertulia "Guillermo Valencia", la cual tuvo como órgano de difusión el periódico “El Tertuliano”.
De 1947 a 1956: profesor interno en la Normal para Varones de Quibdó
En 1948, colaboró eficazmente en la aprobación del Colegio Carrasquilla, como profesor de inglés y francés.

  • En 1957: prestó sus servicios a la Normal de Pitalito (Huila)
  • En 1958: volvió a la Normal de Quibdó
  • En 1959: profesor interno del Colegio Carrasquilla
  • En 1960: rector del Colegio Carrasquilla
  • De 1962 a 1967: profesor externo de idiomas en todos los planteles oficiales de Quibdó;
  • En 1967: fue condecorado por el Gobierno Nacional con la "Medalla Camilo Torres" y en ese mismo año recibió distinción similar por parte de la Normal "Manuel Cañizales" de la que había sido fundador y primer rector;
  • En 1968: profesor interno en el Colegio "General Santander", de Honda



martes, 4 de junio de 2013

CULTURAS AFROS

                                                           AFROS DEL PACIFICO


En el litoral Pacífico el poblamiento se dio de manera continua e ininterrumpida durante los siglos XVI al XVIII. Los primeros pobladores de esta región llegaron como esclavizados y fueron obligados a trabajar en la extracción del oro de las minas de aluvión ubicadas a lo largo de los principales ríos y sus afluentes. Desde el siglo XVI, a medida que avanzaban los procesos de conquista, pacificación y etnocidio de la población indígena, el aumento de la gente africana fue vertiginoso, debido a la introducción masiva de cautivos y a una mayor tasa de natalidad de dicho sector. Esta situación implicó una africanización del Pacífico colombiano, y la comunidad descendiente de africanos se constituyó en mayoría absoluta, alcanzando a representar el 90% del total de la población. La ocupación de territorios en el litoral Pacífico, por parte de sectores de ascendencia africana, se consolidó a la par con la abolición de la esclavitud. Algunos libertos lograron adquirir tierras mediante la compra de los derechos de propiedad. Otros, quizá la mayoría, las obtuvieron a través de la posesión pacífica y tradicional de terrenos que habían sido abandonados por los mineros esclavistas.
En esta región la población afrodescendiente desarrolló, un sistema de poblamiento o colonización de las zonas bajas de las cuencas de los ríos. El complejo sistema fluvial generó una red de comunicaciones entre comunidades de cuencas vecinas. Esta red influye en las dinámicas culturales donde existen zonas de uso familiar o comunitario donde ciertos parientes permanecen por temporadas. Así se mantienen las relaciones diádicas y de parentesco que son parte fundamental de su cultura. 
COSTUMBRES
Tanto la etnoeducación como la Cátedra son reivindicaciones importantes del movimiento social afrocolombiano, que busca superar el desconocimiento del aporte significativo de los afrocolombianos a la construcción de la nacionalidad desde la esfera cultural, política y social. 

Dimensión Pedagógica: 

En los sectores académicos cada vez se abandona la idea de que la etnoeducación es sinónimo de atraso, costumbres en desuso, porque no la vinculaban con las nuevas tecnologías que han introducido a la humanidad de muchas maneras en el universo de la ciencia y de la comunicación universal. 

Dimensión Lingüística: 

La identidad étnica y cultural puede consolidarse o entrar en crisis por la influencia de factores históricos, políticos, económicos, sociales, psicológicos y, esencialmente, por los lingüísticos. El lenguaje es un campo de intercambio cultural, pero igualmente muy sensible a la aculturación. Por lo tanto, se deben considerar las responsabilidades pedagógicas de los docentes frente a los prejuicios de la lengua castellana y los efectos negativos del desconocimiento de las manifestaciones de las lenguas criollas en la comunicación. 

Dimensión Ambiental:

Los afrocolombianos han conservado, desarrollado y recreado tradiciones ancestrales sobre la apropiación de los recursos del entorno, guardando una relación armoniosa con la naturaleza, lo cual constituye un patrimonio cultural digno de ser considerado en el currículo, en la perspectiva de aunar aportes para la solución de los evidentes problemas ambientales del país. 

Dimensión Geohistórica:

Esta dimensión está relacionada con el territorio, aspecto fundamental dentro de la identidad cultural. Para los afrocolombianos los conceptos de etnia, cultura y territorio son independientes. Definen el territorio como el espacio biofísico donde establecen o desarrollan relaciones de pertenencia, parentesco y aprovechamiento de los recursos naturales. Estas relaciones en su conjunto dan razones de una lógica cultural del territorio. La ocupación de los espacios geográficos tienen una dimensión histórica, sociocultural y política. En ese sentido, el territorio es una construcción sociocultural que parte de unas condiciones naturales donde se desarrolla la historia de una comunidad.

TRADICIONES

El término población afrocolombiana, o comunidades negras en Colombia.. Esto hace aparecer al pueblo afrocolombiano, dependiente de la tradición.. La exposición mostró las tradiciones de los funerales afrocolombianos y las creencias en los santos, tal como se practican al interior de las comunidades.. Las músicas afrocolombianas son herederas de múltiples tradiciones del África occidental. Toques de tambor y de marimba, sonajeros y cantos eran utilizados. 5 Mar 2009. Aunque la música afrocolombiana de la costa Pacífica presenta en mayor medida herencias de tradiciones africanas, también exhibe. El documento “Lineamientos para la Cátedra de Estudios Afrocolombianos” es, . Con el protagonismo de las afrocolombianas a través de la tradición oral en. 10.000 AFROCOLOMBIANOS CONSERVAN LENGUAJE PALENQUERO. sus danzas también combinan elementos adoptados de las tradiciones indígenas…. 5 Mar 2009. Aunque la música afrocolombiana de la costa Pacífica presenta en mayor medida herencias de tradiciones africanas, también exhibe.

Libia Grueso Castelblanco es una afro descendiente colombiana, trabajadora social y politóloga, que ha venido acompañando al proceso organizativo de las. un conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que posee una cultura propia, comparte una historia, y [que] tiene sus propias tradiciones y costumbres. 2 Jun 2008. AFROCARIBEÑOS. (Afrocolombianos de la región Caribe y sus manifestaciones culturales).



AFROS DEL CARIBE

Las tres organizaciones han demostrado que pueden llevar el Movimiento Afrocolombiano a un nivel diferente, con documentos de política bien sustentados, un trabajo de discusión jurídica profundo y una movilización visible.  La Mesa busca literalmente "convertirse en un espacio político de articulación, unidad de acción, interlocución y movilización de las organizaciones sociales nacionales y regionales y de las redes de consejos comunitarios".

Pensamiento AFRO, en su primer número, publicó tres documentos: uno de Danny Ramírez, sobre la violencia contra las mujeres y los feminicidios, otro de Gustavo Adolfo Lugo, sobre cooperación internacional y población afrodescendiente, y por último pero no por menos, uno de Acxán Duque sobre los derechos de las víctimas negras, afro, raizales y palenqueras.

El anhelo es lograr un mejor presente y futuro para la población afrocolombiana y su movimiento organizativo.  ¡Ojalá se logre y con un amplio espectro.

COSTUMBRES


La influencia de las costumbres heredadas del áfrica Occidental y las Antillas ha marcado definitivamente la cultura afro caribeña en el Caribe, tanto en la arquitectura, la gastronomía y la música, como en sus tradiciones.
En la arquitectura se puede notar la clara influencia afro británica, proveniente de las islas Antillas y de Jamaica. Casas de estilo Isabelino, construidas en madera sobre pilares, con porche, de colores llamativos y ornamentadas con cenefas de alegres motivos.
En la gastronomía destacan los deliciosos platos cocinados en leche de coco, como el rice and beans o el rondón, o delicadas salsas con curry y otras especies que acompañan a los pescados y mariscos. Platos llenos de sabor y contraste en los que se usan especies como la pimienta o poderosos chiles picantes y que forman parte indispensable de un rico "Pati". Y para los golosos el dulce "Plantinta" relleno de piña o banano y el también dulce "Pan Bon".




TRADICIONES


En la costa Caribeña, las tradiciones africanas se. La tradición de los 'estudios afrocolombianos' se ha caracterizado por el análisis de las poblaciones negras como grupo social homogéneo y relativamente. HISTORIA DEL PUEBLO AFROCOLOMBIANOS - PERSPECTIVA PASTORAL. CAPITULO I. Esta es un conjunto de clanes con una misma lengua y tradiciones.. Algunos jóvenes afrocolombianos, están perdiendo interés por su cultura tradicional. A pesar de todo hay un esfuerzo por conservar las tradiciones; algunos. Mientras en los poblados con arraigo afro son característicos los movimientos.

Las músicas de tradición oral de esta región son ricas en el aspecto rítmico. Logros: Valoración y rescate de tradiciones religiosas afrocolombiana  Vocaciones Sacerdotales y Religiosas afrocolombianas en diferentes Congregaciones. También es claro que las tradiciones culturales afro-indígenas poseen rasgos que las diferencian de los pueblos de ascendencia africana que se tuvieron. A pesar de su rechazo,esta tradición afro-dominicana donde elementos africanos se funden con componentes dominicanos ha sobrevivido en segmentos. La constitución colombiana también reconoce los derechos, cultura, costumbres, tradiciones y territorios de la población afrocolombiana. Blancos. Oficialmente. Hoy, los pueblos afrocolombianos continúan cimarroneando sus tradiciones y demostrando que es necesario replantear el desarrollo desde su propia realidad. Tradiciones del ritual mortuorio: El ritual mortuorio es uno de los sellos más visibles de la identidad afrocolombiana especialmente en la región del Pacífico.



                         PROCESO DE ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN COLOMBIA


Con la abolición de la esclavización el primero de enero de 1852, culminó el largo proceso de manumisión republicana que se había iniciado 40 años atrás con la expedición de la Constitución de Cartagena de 1812. Allí se legisló por primera vez en Colombia sobre la libertad de las personas esclavizadas, libertad que jamás se concretó debido al fracaso del proyecto político cartagenero, producto de la Reconquista española en 1815 comandada por Pablo Morillo. No obstante, este personaje logró lo que tal Constitución no pudo: otorgó la libertad a muchos esclavizados a cambio de la colaboración con la causa española.

Precisamente, debido al contexto en que se inició y desarrolló la discusión sobre la abolición —el de la guerra de independencia— el problema de la esclavización, más que un tema humanitario, se convirtió en una consigna política con la que se buscó insistentemente ganar adeptos y pasar como benefactores del prójimo, así como modernos y demócratas. Esto hizo Bolívar en 1816, cuando para salirle al paso a la propuesta de libertad de los esclavizados ofrecida por los españoles, les prometió también libertad a cambio de la vinculación al ejército patriota.

El espinoso tema de libertad de las personas esclavizadas se discutió después de la independencia, en el Congreso de Cúcuta. Allí, uno de los aspectos más debatidos fue la Ley de Libertad de Vientres, sancionada el 19 de julio de 1821. Su texto final fue una clara conciliación entre los abolicionistas y los anti-abolicionistas. La Ley sólo se aprobó cuando se protegió el derecho a la propiedad privada de los esclavistas, que se expresó en la consigna de “ser generosos con los esclavos sin dejar de serlo con los amos”.

Este fue el salvavidas al que se aferraron los anti-abolicionistas, liderados por personajes como el padre de la Historiografía colombiana, José Manuel Restrepo; Domingo Briceño y el cartagenero Ildefonso Méndez, entre otros. Este grupo aprobó la Ley sólo cuando se les garantizó la defensa de sus intereses, que fueron protegidos con el polémico artículo 2º de dicha Ley, en el que se estableció “que los hijos de las esclavas que nacieran a partir de 1821 serían libres en la medida en que les trabajaran a los amos de sus madres durante 18 años”. Con esto no sólo aplazaban la libertad para 1839, sino que otorgaban la libertad a un reducido número de personas y no a todos los esclavizados, tal como se les había prometido en el transcurso del proceso de independencia.

A esta fórmula debió finalmente adherirse Bolívar, lo que contradecía su posición inicial de libertad absoluta, inmediata y sin restricciones. Contra los intereses económicos de los esclavistas, nada tenía que hacer la palabra empeñada de Bolívar, ni los preceptos liberales y modernos que ideológicamente habían guiado la guerra de independencia: libertad, igualdad y fraternidad.


AFROCOLOMBIANOS        

El término afrocolombiano se utiliza para denominar a las personas de raza negra que habitan en Colombia, descendientes de aquellos que fueron raptados de su África natal e importados como esclavos por los colonizadores españoles. Ganaron la libertad en 1851 tras la abolición de la esclavitud en Colombia. Desde su llegada han contribuido enormemente a la cultura del país

.Se auto reconocieron como afrocolombianos, negros-mulatos, raizales y palanqueros un total de 4.533.951 personas, que representaban el 10.6% de la población del país que es de 42.888.592 personas. Las cifras de atuoreconocimiento indican también que un 72% de la población negra se localiza en las cabeceras municipales.Las ciudades con la mayor población negra eran Cali: 542.936, Cartagena 319.373, Buenaventura 271.141, Barranquilla 146.538, Medellín 137.988, Tumaco 129.491, Quibdó 100.007, Turbo 99.274, Bogotá 97.885, Riohacha 44.841. Sin embargo estas algunos expertos opinan que la población real afrocolombiana puede ser algo mas del doble de esa cifra.


VESTUARIO 

VESTIDO DE PESCADOR COSTEÑO: Pantalón blanco remangado hasta la rodilla; camisa de cuello y adornado con letines; bolsa de fique de diferentes colores; sandalias de tres puntadas y sombrero de trenza tejida de color blanco y negro.
VESTIDO PARA BAILAR LA CUMBIA: una amplia pollera adornada con boleros bordados con letines y pasacintas, de telas estampadas con preferencia de color rojo; blusa blanca ajustada al talle de cuello alto y manga larga, también adornada con pasacintas y letines.
VESTIDO PARA BAILAR BULLERENGUE: falda muy amplia de color blanco escotada a manera de corpiño.
VESTIDO PARA BAILAR MAPALÉ: la falda es una amplia pollera; la blusa escotada y adornada con arandelas o boleros en el cuello y en la cabeza llevan un pañuelo.
Tomado del afiche de la Exposición Trajes Regionales de Colombia, Universidad de Antioquia, 1999.

PEINADOS

En la época de la Colonia, los peinados de los esclavos marcaban el camino hacia la libertad. Después de que las mujeres regresaban de la recolección y las labores del campo, peinaban a sus hijas con tropas -esas trenzas pegadas al cuero cabelludo- que en realidad eran mapas con guías para seguir la ruta de escape.

Así lo descubrió la socióloga de la Universidad Nacional Lina María Vargas en una investigación que realizó para su tesis de grado. Fue Leocadia Mosquera, una profesora afro descendiente residente en Bogotá, la que orientó a esta socióloga en los significados de los peinados de las comunidades afrocolombianas. 

Entonces, las esclavas mujeres marcaban mojones o señales en el peinado de las niñas: un árbol grande, un camino, un sembrado. "Si el terreno era muy pantanoso, las tropas se tejían como surcos" cuenta Leocadia. 

La observación estaba a cargo de las mujeres, que tenían un poco más de libertad que los hombres para moverse por las propiedades de los amos. 

Los mapas comenzaban en la frente y se iban adentrando hasta la nuca. Los esclavos establecían códigos ocultos para interpretar estas guías formadas por nudos y trenzados. Las trenzas servían también para establecer sitios de encuentro.Después de que los esclavos obtuvieron la libertad, los peinados, a los que se conocen como sucedidos, seguían contando historias, ya no era un método de resistencia, pero servían para mostrar lo que pasaba en la mina o en el sembrado. 
Todo este mundo oculto fascinó a esta investigadora que empezó a adentrarse en el mundo de los peinados de los afrodescendientes, un saber que se ha transmitido de generación en generación.

ARTESANIAS


Todos los pueblos crean símbolos, valores, actitudes, habilidades, conocimientos, formas de comunicación y bienes materiales. Este conjunto de saberes y prácticas es lo que la antropología define como cultura. Dentro de ella se hayan todas las expresiones del espíritu que comúnmente denominamos arte. Sin embargo, el arte visual producido por la gente afrocolombiana no ha sido honrado con el lugar que le corresponde, pues el significado corriente de las palabras "cultura" y "arte" aún designa de manera casi exclusiva las expresiones de las bellas artes producidas según lineamientos académicos. Esta postura supone que la cultura y el arte son privilegios exclusivos de las elites nacionales poseedoras de una educación especial y de destrezas sofisticadas indispensables para la comprensión y el disfrute de lo artístico.
No obstante, es necesario comprender que, a diferencia de los artistas académicos que han frecuentado las escuelas de bellas artes, muchos artistas afrocolombianos han creado su propio lenguaje plástico de manera autodidacta y muchas veces al margen de los cánones y las tendencias estilísticas del momento. El artista afrocolombiano, al igual que el artesano, guardan una estrecha relación con el contexto cultural tradicional. Mientras que la artesanía tiene un carácter utilitario, el arte afrocolombiano al que nos referiremos aquí representa universos simbólicos que se destacan por la intencionalidad estética y poética.




                                               UBICACIÓN DE LOS INDIGENAS


La mayoría de la población indígena colombiana se ubica en el área rural del país, en los resguardos indígenas legalmente constituidos, en las parcialidades indígenas o en territorios no delimitados legalmente. Se encuentran ubicados en las regiones naturales como la selva, las sabanas naturales de la orinoquía, los Andes colombianos, en los valles interandinos y en la planicie del caribe.

De acuerdo con el Censo Nacional del DANE de 2005, de los 42’090.502 colombianos, 1’378.884 pertenecen a diversas comunidades indígenas (3.28% del total de la población) que tienen presencia en 27 departamentos y 228 municipios del país, en 710 resguardos titulados, que ocupan una extensión de aproximadamente 34 millones de hectáreas, el 29,8% del territorio nacional. Estas cifras evidencian un incremento significativo del 127% en el número de resguardos y del 7% en el territorio por ellos ocupados.

Los departamentos con mayor porcentaje de indígenas son Guainía, Vaupés, La Guajira, Amazonas, Vichada, Cauca y Nariño. Los departamentos de La Guajira, Cauca, y Nariño concentran aproximadamente la mitad de los indígenas del país.


UBICACIÓN DE LOS AFROS 

La forma en que los afrodescendientes se han ubicado en una zona u otra del territorio colombiano ha dependido de estrategias de emancipación o huída, poblamiento y establecimiento de comunidades libres en gran parte de la geografía nacional. Aun hoy en día, la apropiación de espacios por parte de los afrocolombianos se hace de manera espontánea y creativa, y responde a destrezas para la supervivencia física y cultural.

 En el Departamento del Atlantico, estas comunidades las podemos encontrar en los siguientes territorios como: Puerto Colombia, Barranquilla, Soledad, Galapa, Tubará, Malambo, Juan de Acosta, Baranoa, Sabanagrande, Polonuevo, Santo Tomas, Usiacuri, Piojo, Cienaga del Totumo, Palmar de Varela, Ponedera, Sabanalarga, Luruaco, Repelón, Embalse Guójaro, Candelaria, Manatí, Campo de la Cruz, Suan y Santa Lucia. Las localidades afrodescendientes en el litoral Caribe se formaron a partir de núcleos de esclavizados africanos cimarrones donde los rasgos culturales de sus lugares de origen perviven con mucha fuerza. Otros poblados de la región, se han formando de un intenso proceso de mulataje, donde las huellas de africanía conviven con rasgos culturales provenientes de otras sociedades. Estas comunidades, hoy día, están ubicadas lo largo y ancho de las tierras costeras que van desde el golfo de Urabá al noroeste de Antioquia, hasta la península de la Guajira, incluyendo los departamentos de Sucre, Córdoba, Bolívar, Atlántico, Magdalena y Cesar. El paisaje se caracteriza por el inmenso mar Caribe que rodea la región, en el cual confluyen ríos, caños, arroyos, ciénagas y extensas áreas de humedales. Los climas que la constituyen son variados y se caracterizan por la gran diversidad de flora y fauna.



UBICACIÓN DE LOS ROM

En Colombia la mayoría de los rom pertenece a familias de tres o cuatro generaciones en el país, lo cual indica que la gran migración europea se desarrolló probablemente hacia la mitad del siglo XIX. Desde esa fecha hasta hoy, exceptuando los grupos familiares que llegaron a causa de las dos conflagraciones mundiales, no se han presentado desplazamientos intercontinentales significativos.

Hay una gran dificultad para acceder a fuentes escritas queden cuenta de los antecedentes históricos del pueblo rom en Colombia, sin embargo Prorom cree que existen referencias escritas sobre los rom camufladas y escondidas en otros nombres y etnónimos. No obstante, es claro que por ser un pueblo ágrafo, la historia de los rom debe reconstruirse a partir de la utilización de la tradición oral que se encuentra depositada en la memoria de los hombres y mujeres de mayor edad que habitan las diferentes kumpeniyi.

Para la historia más reciente, las fotografías y documentos de identidad que existen en casi todas las familias rom pueden aportar elementos interesantes y desconocidos sobre la historia de los rom. Como en la mayoría de los asentamientos rom en casi todos los países del mundo, el pueblo rom de Colombia también tiene un contenido heterogéneo. Sin embargo, pese a estas diferencias, se puede afirmar que en este contexto se es rom “por derecho de nacimiento”, es decir por compartir una serie de elementos culturales comunes que llenan de contenido su etnicidad y los diferencian notablemente del resto de sus conciudadanos.


UBICACIÓN DE LOS RAIZALES

El pueblo raizal se ubica en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Es una posesión de Colombia que está a unos 200 kilómetros al este de Nicaragua. Durante el siglo XVII el archipiélago fue colonizado por el imperio Británico, aunque formalmente nunca dejó de ser posesión de la Corona española, que inició la producción de tabaco y algodón. Para ello fueron traídos de África y Jamaica gran cantidad de negros esclavos, los cuales se constituyen en los antepasados del pueblo raizal. Hacia el año de 1834, cuando se produce un movimiento emancipador, los raizales ocupan todo el territorio de las islas.

En 1822 se produce la adhesión del archipiélago al territorio colombiano; sin embargo, fue hasta 1912 cuando la institucionalidad hace presencia real en las islas. En ese año el gobierno central convierte el archipiélago en Intendencia, ejerciendo una política de colonización de colombianos del interior del país, enmarcada en una filosofía que desconoció las diferencias dialectales, culturales y sociales de los pobladores.





                           GRUPOS HUMANOS SEGÚN SU DIVERSIDAD ÉTNICA

INDÍGENAS:

En casi todas las regiones del mundo han surgido tensiones y conflictos intersticios e intersticiales  Estos conflictos suelen tener sus raíces en las luchas por el poder y se ven agravados por desigualdades socio económicas  Los grupos minoritarios nacionales, étnicos y religiosos suelen quedar desamparados en tales situaciones y son los miembros de comunidades indígenas quienes se ven obligados a huir de sus países por miedo a ser perseguidos. 



Por otra parte, muchas comunidades indígenas de diferentes partes del mundo han acogido a miles de refugiados que buscan seguridad. Las violaciones de los derechos humanos y el desplazamiento forzoso guardan relación entre sí. La subordinación social, política y económica de los pueblos indígenas en la mayoría de los países del mundo les hace vulnerables a las violaciones de los derechos humanos. En muchos casos se han visto obligados a abandonar sus hogares y sus tierras debido a la persecución. 
Por ejemplo, más de 200.000 guatemaltecos, la mayoría pertenecientes a pueblos indígenas, abandonaron su país a principios de 1980 huyendo de la guerra civil, las graves violaciones de los derechos humanos y la campaña contra los insurrectos. Entre los refugiados más destacados de la historia figura Rigoberta Menchú, laureada con el premio Nobel de la paz, cuya contribución a la causa de los derechos de los pueblos indígenas sigue siendo un ejemplo. 
En el contexto del mandato de protección internacional de los refugiados confiado al ACNUR, los pueblos indígenas en su condición de grupo específico interesan a la Oficina, cuando constituyen una población refugiada real o posible. Se ha prestado especial atención a ciertas características de los refugiados indígenas en los programas de asistencia y repatriación, en particular a la relación especial que existe entre los refugiados indígenas y sus territorios patrios o su lugar de origen, a la estructura socio económica y cultural de la comunidad, y al deseo de mantener su propio idioma, su cultura y sus tradiciones, así como al sentido de autonomía, durante su permanencia en campamentos y asentamientos para refugiados.



AFROCOLOMBIANOS: 

La disputa de los actores armados por el territorio, la minería ilegal y los proyectos como los de palma africana o de ganadería extensiva mantienen a las comunidades afros en el mismo estado de exclusión que han padecido durante años. Así lo advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia (PNUD) en su más reciente investigación, que revela datos preocupantes acerca de los territorios y las condiciones de vida de estas comunidades.
Colombia tiene, según el último censo del DANE, 4’311.757 afros. Sin embargo, las desventajas que históricamente han sufrido los afros en el país siguen vigentes, sobre todo en las zonas rurales. Según el informe que será presentado hoy, las comunidades negras del Pacífico y el Chocó son las más afectadas. Su riqueza en metales preciosos como el oro y el platino, la diversidad de vegetación y fauna, y su ubicación estratégica, lejos de ser fuente de su propio desarrollo, ha convertido sus territorios en campos de batalla de grupos armados interesados en los recursos y en las rutas del narcotráfico. Sumado a esto, los proyectos de las grandes multinacionales, además de agotar sus recursos, los favorecen poco, afectando su calidad de vida.



 ROM:

La población Gitana del país no excede de diez mil personas. Se han tornado citadinos, y en parte han abandonado su eterno peregrinar. Esta es la historia de un pueblo que por siglos se ha visto envuelto en el misterio.
Años atrás, aproximadamente entre 1910 y 1950, la presencia de los Gitanos con sus tiendas y toldos que solían levantar a la entrada de los poblados era visible en tiempos de ferias y fiestas. Las Gitanas decían la buenaventura, y los hombres jineteando y negociando cabalgaduras, ponían una nota de alegría y colorido en el ambiente.
En la actualidad los integrantes de la etnia ejercen diferentes oficios, hay mecánicos, talabarteros, chalanes; sobresalen en la elaboración de productos metálicos; son buenos veterinarios empíricos. Y hasta cuentan con un jinete profesional: Lelio, quien desde la clausura de los hipódromos de Bogotá se ha dedicado a otros quehaceres, como trabajar el cobre. Las mujeres adivinan la suerte, confeccionan y venden artesanías.
“Todavía hay mucha gente que se hace leer el destino en la palma de la mano, algunos creen en lo que les decimos, otros no --Dice Flor Cristo, Gitana joven que habita en el barrio La Igualdad, en Bogotá, D.C.--. Tenemos una tarifa fija de mil pesos. A veces llevo una niña alzada que me acompaña”.
La mayoría de los hombres ha abandonado el atuendo tradicional de la gitanería y con sus bluyines, chompas, camisas sin corbata, en nada difieren del común de las gentes. Por el contrario, las mujeres prefieren el traje clásico de la tribu, largo y multicolor; las casadas llevan una pañoleta anudada en la cabeza para indicar así su estado civil.


RAIZALES:

Raizales es la manera con la que se define la cultura característica propia del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Si bien estos son conocidos también como sanandresanos, lo cierto es que dicho gentilicio corresponde en sentido amplio a un grupo más diverso que incluye a los inmigrantes a las islas durante el siglo XX. Los raizales en cambio se entienden aquellos que tienen una identidad definida basada en su historia, sus manifestaciones culturales, su lengua (el sanandresano) y su identidad. Los raizales guardan una fuerte relación cultural con los pueblos antillanos como Jamaica y Haití

De acuerdo a los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas de Colombia del 2005, los raizales suman 40.201 personas en el departamento conformando el 56.98% de la población total. De acuerdo a los estudios de la socióloga Adelaida Cano Schütz, la cultura raizal es un discurso construido a partir de 1991 cuando el Estado colombiano reconoció la existencia e identidad de este pueblo. En los últimos tiempos han defendido su identidad como pueblo indígena, categoría que les permite mayores posibilidades de defensa cultural frente al Estado y frente a la comunidad internacional. La palabra "raizal" es posterior a 1991 y nace de los discursos de defensa de los derechos raizales y fue acuñada con el ánimo de diferenciar a la población original de las islas de los grupos provenientes de las inmigraciones del siglo XX de la Colombia continental. Sin embargo, algunos estudiosos del tema concluyen que dicho término desconoce la evidente mezcla y excluye a los demás isleños. Los raizales sanandresanos guardan una estrecha relación con los indígenas de la Costa de Mosquitos del oriente nicaragüense.